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La Minería Reflexiona sobre las Fundiciones

“Del extractivismo a una minería Sustentable: Procesamiento de concentrados en Chile” se tituló el workshop que convocó a representantes del sector fundidor, empresas mineras, académicos y empresas de ingeniería para reflexionar sobre el futuro de la industria de fundiciones en Chile.

El encuentro fue organizado en conjunto por Cesco, la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Chile, Minnovex y Ecometales, y contó con la exposición de Carlos Risopatrón, Director de Economía y Medio Ambiente del  International Copper Study Group (ICSG)  e Iván Valenzuela, Director de Cesco y Gerente General  de Ecometales.

Risopatrón  dio una visión de la industria de fundiciones a nivel global y en particular de China, país que en pocos años expandió de manera notable su capacidad de fundición, mediante un recambio tecnológico que se caracteriza por instalaciones de mayor capacidad,  tecnologías más limpias y encadenamiento con la recuperación de otros elementos de valor.

Según el experto del ICSG, “uno de los problemas del tratamiento de concentrados a nivel mundial, es el aumento del contenido de arsénico. China, el mayor fundidor del mundo, tiene como límite 0,5% de arsénico en concentrados, y está en discusión una rebaja aún mayor”. El país asiático lleva más de 12 años restringiendo impurezas y sectores de la industria han reaccionado mezclando el concentrado alto en arsénico con concentrado limpio (blending), lo que claramente no es una solución sostenible, además que es crecientemente costoso  por que el  concentrado tradicionalmente definido como limpio, hoy ya presenta contenidos de arsénico, lo que obliga a un mayor movimiento de materiales.

Así las cosas, el arsénico residual que es tratado en las fundiciones, está convirtiéndose en un  gran desafío de la minería,  que obliga a las fundiciones de China, Japón o Alemania a pensar en nuevas soluciones para abordar el manejo de  impurezas. Un desarrollo posible apunta a procesar los concentrados cerca de las minas, lo cual tiene además la ventaja de evitar transportar  gran cantidad de residuos. El contenido de cobre de los concentrados está bajando y hoy se acerca al 25%, todo lo cual llevó a Risopatrón a señalar que, “el país tiene que tomar una decisión respecto de fundir y refinar en el mercado local,  de cambiar tecnologías por nuevas de menor costo y mayor eficiencia ambiental o modernizar lo que existe”.

Los problemas son de gestión

Iván Valenzuela sostuvo que la minería de la abundancia se terminó, y que el desafío país es generar más valor por unidad de cobre producida.

Para el director de Cesco, el negocio de fundición es  no solo necesario para el país, sino que es factible económicamente. La experiencia chilena ha sido negativa, indicó,  especialmente en el ámbito estatal, por adolecer de una gestión operacional y de inversión razonable. En relación a las fundiciones existentes, dijo, lo clave es separar su gestión y resultados de la operación minera. Adicionalmente el país necesita una industria de procesamiento moderna equivalente a nuestro rol de  líderes mundiales en la producción de cobre. Posibles nuevas fundiciones deberán ser financiadas por el sector privado, no necesariamente por empresas mineras, pero ello requiere un rol muy activo del gobierno, en una política minera de largo plazo.

¿Restricciones al  blending?

En una animada ronda de comentarios, Juan Rayo, presidente de JRI, sostuvo que el blending podría verse restringido a nivel mundial. En su opinión se trata de “una elusión ética”, al no hacerse cargo de la mala calidad o deficiencia de un producto. Rayo también se refirió al rol del Estado, proponiendo que sea socio en una nueva fundición, cuyo aporte se materialice en un contrato de abastecimiento de materia prima, no en aportes de capital.

 

Jaime Pérez de Arce, ex vicepresidente de Enami, planteó abordar la capacidad de fundición sin restringirse al cobre, sino en una línea de desarrollo polimetálica, de modo de capturar más valor e incluso estudiar la posibilidad de producir productos, como el  copper foil, aplicación de cobre de alto crecimiento, indispensable para la elaboración de baterías de litio.

El encuentro concluyó con mesas de trabajo donde los asistentes generaron propuestas sobre las definiciones básicas de cómo implementar una política de procesamiento de concentrados para Chile, la que posteriormente será elaborada por Cesco.